El problema del comercio ilícito.
El comercio ilícito de tabaco es un problema de primera magnitud para la sociedad española y tiene graves consecuencias que afectan a nuestra vida diaria y que se podrían resumir en tres:
– Facilidad en el acceso de los menores a los cigarrillos. Al venderse fuera del canal legal, no existe ningún tipo de control sobre el producto lo que facilita que los menores puedan adquirirlos fácilmente.
– Financiación de mafias internacionales. El comercio ilícito de tabaco se ha convertido también en un problema de seguridad que trasciende nuestras fronteras ya que las mafias ven en el comercio de tabaco ilegal un negocio seguro que les permite financiar sus actividades delictivas.
– Pérdida de recaudación. En los últimos tres años, las arcas públicas dejaron de recaudar 2.600 millones de euros con los que se habrían podido financiar múltiples prestaciones y servicios públicos.
En España, el comercio ilícito ha pasado de ser prácticamente inexistente a situarse en niveles preocupantes: uno de cada once cigarrillos consumidos en España son ilegales, con una situación especialmente grave en algunas provincias como Cádiz y Sevilla donde supera el 40%.
En el mundo, el comercio ilícito de tabaco es un problema global, que afecta a multitud de países, y así lo demuestran las cifras:
– Entre el 10 y el 12% del tabaco que se consume en el mundo procede del comercio ilícito.
– Cada año se dejan de recaudar a nivel mundial entre 40.000 y 50.000 millones de dólares.
– Anualmente se venden en el mundo 600.000 millones de cigarrillos ilegales.
¿Cómo combatimos el problema?
Desde el sector del tabaco hemos venido colaborando con las Administraciones para poner en marcha diferentes protocolos en la lucha contra este problema. En esa línea, se encuentra el acuerdo vinculante de cooperación con la Unión Europea, a través de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), firmado por las cuatro principales compañías fabricantes de cigarrillos (Altadis-Imperial Tobacco, BAT, JTI y Philip Morris) por el que éstas se comprometen a luchar activamente contra el comercio ilícito de tabaco. En este sentido, las empresas firmantes han puesto ya en marcha medidas como:
- Suministrar volúmenes de venta legítimos, es decir, abastecer los mercados teniendo en cuenta el número de habitantes y el flujo de turistas y trabajadores trasfronterizos.
- Aceptar pagos adicionales o importantes multas si se incautan sus marcas en destinos diferentes a los que se dirigían.
- Realizar un seguimiento del producto a nivel de cartón y caja. En la actualidad, las compañías están trabajando para conseguir un seguimiento más exhaustivo a nivel de cajetilla.
- Implementar el programa Conoce a tu cliente, mediante el cual se audita a compradores y clientes a los que se vende un determinado porcentaje de cigarrillos al año.
- Desarrollar prácticas contra el blanqueo de dinero, reduciendo al mínimo los pagos en efectivo.
¿Cuál es nuestra posición frente al contrabando?
La Mesa del Tabaco considera que el contrabando es hoy en día un problema de primera magnitud que afecta no solo al sector sino a toda la sociedad ya que tiene graves consecuencias económicas en términos de recaudación fiscal y provoca la pérdida de muchos puestos de trabajo. Además, se ha convertido en un problema de seguridad nacional. Por este motivo, ponemos en marcha una campaña con la que pretendemos implicar y sensibilizar a la sociedad sobre un problema que nos atañe a todos.
En nuestra opinión, la lucha contra el comercio ilícito de tabaco debe ser global con diferentes iniciativas que van desde la concienciación y educación ciudadana a la cooperación entre gobiernos, fuerzas y cuerpos de seguridad e iniciativa privada, pasando por la introducción de estándares tecnológicos que aseguren la cadena de suministro legal y por la promulgación de políticas efectivas de represión del contrabando, con sanciones disuasorias estrictas a los delincuentes que se dediquen a su venta ilegal.