España ha intensificado los controles en la frontera con Gibraltar para evitar el contrabando de tabaco desde que la Unión Europea diera la alarma sobre la dimensión que ha adquirido este delito. Los conocidos como “matuteros” cruzan varias veces a día la Verja con pequeñas cantidades, mientras que los grandes alijos se camuflan en vehículos o entran en lanchas a través de las aguas que rodea el Peñón.