Fueron sorprendidos por la Guardia Civil con más de 5.000 cajetillas. Deberán pagar una multa individual de 38.000 euros e indemnizar a Hacienda con 15.558
Año y medio de prisión y una multa de 38.000 euros para cada uno de los hermanos que el juzgado de lo Penal número 1 ha condenado por contrabando de tabaco. Fueron sorprendidos por la Guardia Civil con más de 5.000 cajetillas que no habían pasado los controles de la Agencia Tributaria. La Sección Octava de la Audiencia Provincial acaba de ratificar la sentencia de primera instancia, en la que se recoge además la indemnización conjunta a la Hacienda Pública en 15.588 euros y el pago de las costas derivadas del proceso judicial.
Las investigaciones fueron llevadas a cabo por los agentes de la Benemérita. Uno de los procesados «fue sorprendido in fraganti guardando el tabaco en el garaje de su hermano, de acuerdo con él porque le había facilitado las llaves». Portaba 3.110 cajetillas de Cherterfield, 127 cajetillas de Ducados rubio, 1.045 de Winston, 100 de Ducados Negro y 198 cajetillas de la marca Elixir.
«La mercancía carecía de los preceptivos precintos fiscales, resultando totalmente inverosímil que los procesados ignorasen que se trataba de tabaco de contrabando», señala la resolución. Los detenidos manifestaron que no sabían que la mercancía que transportaban era ilegal, llegando a decir durante la vista oral que creían que lo que había dentro de las cajas eran «chucherías y caramelos». La versión difirió radicalmente de la prestada en la Comandancia, donde confesaron.
Contradicciones
El tribunal de la Audiencia Provincial desestima el acuerdo en el que se alegaba indefensión por parte de los procesados ateniéndose a que «sabían lo que hacían -acto de contrabando-, pues sin duda se infiere, no sólo de sus contradicciones, sino también de la clandestinidad de su actuación, del volumen de mercancía objeto del contrabando en cuya posesión fueron sorprendidos por los agentes, del hecho de no ser estanqueros y de hecho de que en la parte exterior de las cajas pusiera marcas de tabaco, por cierto bien conocidas para la generalidad de las personas de este país.
Al menos uno de los ahora condenados era «un conocido contrabandista de tabaco», tal y como declaró uno de los guardias civiles que testificaron en la vista oral y había participado en otras investigaciones anteriores. «Vio en la calle que se entrevistaba con el otro acusado abrieron el garaje y ambos entraron con cajas de cartón con la marca Chester», declaró.
El servicio de Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil lucha contra el contrabando de tabaco y especies animales, tanto en los recintos portuarios como en el aeropuerto. Fuera de estas instalaciones, son los efectivos de las patrulleras Fiscal y de Fronteras (Pafif) los que se convierten en los ojos de la Agencia Tributaria.
http://www.elcomercio.es/gijon/201411/05/medio-carcel-para-contrabandistas-20141105001354-v.html