El negocio vuelve a resurgir con fuerza debido a los efectos de la crisis
El tabaco de contrabando que movía una red que fue descabezada en una operación que dirigió Pilar de Lara llegó a 16 establecimientos de Lugo, entre ellos una librería. El dueño de este establecimiento vendía a los clientes las cajetillas que no disponían el precinto o timbre que corresponde al impuesto que tiene el producto. Según algunas fuentes las guardaba debajo del mostrador y únicamente las despachaba entre los conocidos a sabiendas de que su comercio estaba prohibido.
En el establecimiento, además de libros repartían la prensa del día y también revistas. La venta de tabaco en un negocio de estas características está totalmente prohibida. Únicamente puede comercializarse en estancos y en bares que disponen de una máquina que acciona el camarero desde la barra para evitar que cualquier persona menor pueda acceder a la adquisición de las cajetillas.
El resto de los establecimientos eran bares. El tabaco llegaba procedente en la mayor parte de los casos de Andorra, aunque la red también operaba en la zona de Gibraltar. Era transportado a Lugo, al igual que a otras ciudades gallegas, en vehículos que disponían de fondo doble donde ocultaban las cajas. Los investigadores llegaron incluso a interceptar a una furgoneta con 25.000 cajetillas que tenían como destino Galicia.
La prensa catalana, informa desde hace meses de que el negocio del tabaco de contrabando resucita a lo grande. Equipos de reporteros han seguido incluso las distintas rutas de entradas a través de los Pirineos. La Guardia Civil realiza controles periódicos y se encuentra con vehículos con doble fondo que transportan la mercancía.
La crisis y el paro han lanzado a decenas de hombres con familia a intentar introducir en España los cigarrillos que después venden en diversos establecimientos.
En Andorra un paquete de Marlboro se paga a poco más de tres euros. En los estancos, el precio ronda los cinco, dependiendo del tipo. En la zona se conoce a quienes se dedican a este negocio, que hacía años que ya no interesaba, como farderos.
Los investigadores saben que hay redes que están operando a nivel internacional. A muchas de ellas no les interesa lo más mínimo el mercado español. Prefieren el francés o el inglés donde una cajetilla casi duplica el precio que tiene en España.
En la capital lucense fueron detenidas cinco personas entre ellas un padre y un hijo. Los investigadores consideran que ambos movían una gran cantidad de cajetillas al año. Supuestamente eran quienes recibían la mercancía y posteriormente procedían a su reparto por los distintos establecimientos. Alguno de los investigadores definió a los dos detenidos como históricos del contrabando en la ciudad. En este sentido recordaron que el padre era muy conocido en los ambientes policiales por este tipo de negocio.
Tres de los detenidos en Lugo no tienen residencia en esta provincia. Fueron interceptados cuando controlaban el paso de un camión cargado de cajetillas y que los agentes interceptaron.
La operación no solo dará lugar a acciones penales contra los cincuenta detenidos en todo el territorio nacional. La Agencia Tributaria impondrá cuantiosas sanciones a aquellos establecimientos en los que despachaban el producto de contrabando. A algunos de los detenidos les imputan hasta media docena de delitos. Solo uno llegó a ser encarcelado por decisión de la jueza Pilar de Lara y la petición planteada en su momento por el fiscal que se ocupó del caso.