La Guardia Civil ha decomisado casi 200.000 euros en tabaco de contrabando en los dos últimos años. Es el resultado de los controles que el Instituto Armado lleva a cabo tanto en el puerto como en la frontera orientados a frenar una práctica ilegal que ya está asentada en la ciudad.
Comenzó con el inicio de la crisis de forma tímida, pero ahora se ha convertido en el modus vivendi de algunas personas que incluso aprovechan las bonificaciones para realizar trayectos marítimos gratis o casi. Según los datos oficiales facilitados a El Faro por el Instituto Armado, en los dos últimos años se ha procedido al decomiso de 84.310 cajetillas en las más de 1.100 aprehensiones llevadas a cabo. Se trata de tabaco de contrabando, introducido desde Marruecos en Ceuta, que no pasa por
ningún control sanitario y que se erige en el símbolo de un fraude mayúsculo con varias víctimas en el camino. Dicho contrabando atenta contra los estancos que pagan sus impuestos pero ven mermados sus ingresos por el daño causado por este negocio ilícito del que cada vez viven más personas. T
ambién supone un fraude a la Agencia Tributaria y a las subvenciones que se prestan para bonificar los trayectos marítimos y que algunos explotan en demasía para traficar con el tabaco llevándose solo gananciales. Al margen de esta balanza de ilegalidades está el daño en la salud de los consumidores, ya que ni tan siquiera se conocen los componentes de un tabaco ajeno a cualquier tipo de control y que se vende mucho más barato de ahí las ganancias que le pueden suponer a sus pasadores. En el año 2013 los decomisos realizados por la Benemérita fueron sensiblemente superiores a los registrados en 2014. El mes en que mayor volumen de intervenciones se llevó a cabo fue noviembre, seguido de febrero y diciembre; periodos en los que la Guardia Civil halló mayor cantidad de cajetillas ocultas en vehículos, adosadas al cuerpo de sus pasadores o dentro del equipaje personal. En 2014, el récord de intervenciones se produjo en septiembre, con el decomiso de más de 8.000 cajetillas en 77 aprehensiones distintas. No hay mes en el que no se hayan producido intervenciones que se han saldado con el hallazgo del tabaco. A los que son sorprendidos con la mercancía solo se les aplica una sanción económica y se les interviene el vehículo utilizado, en el caso de que hayan hecho uso de él.
No obstante es un perjuicio que carece de la efectividad esperada en el caso de los insolventes que se dedican a estos traslados. Sí que tiene el efecto esperado en los funcionarios, que también los hay y de todo tipo, que han sido sorprendidos en plena tarea.
Pérdida de un millón en la recaudación por IPSI
Buscar una causa al descenso que se ha producido en los últimos años en la recaudación por IPSI en tabaco es complejo. Alguna parte de esa reducción tiene su causa en el contrabando, pero también es cierto que cada vez hay más personas que dejan de fumar o lo hacen eligiendo el tabaco, dentro del ámbito legal, más barato. Las campañas sanitarias en las que se difunden los efectos perniciosos del tabaco tienen sus efectos y eso queda registrado en el cada vez mayor número de personas que dejan aparcado por siempre o durante una época este consumo. Los estancos sí notan los efectos de una crisis en la que tiene que ver el contrabando que, de unos años a la actualidad, se ha hecho fuerte. De acuerdo con los datos facilitados por la Ciudad Autónoma, la pérdida en la recaudación del IPSI en concepto de tabaco ha sufrido grandes altibajos, dejando el diferencial más acentuado si se compara lo recaudado en 2011 (9.953.658 euros) con lo registrado en 2014 (9.013.167). Bien es cierto que durante ese periodo la caída no ha sido radical, sino que se ha ido produciendo de forma gradual. Por ejemplo en 2012, la recaudación fue de 9.832.228 euros y en 2013 de 9.223.967.