La recuperación económica trae una estabilización de las cifras de consumo de tabaco, que dejan de caer. Pero la crisis también ha provocado más demanda de cajetillas que no pasan por la aduana
La recuperación económica trae mayor consumo de bienes, de servicios pero también de las llamadas adicciones. El número de cajetillas de tabaco en 2014 arroja cifras estables respecto a 2013 después de constantes caídas durante los años de la crisis. No botamos de alegría porque en menos de 10 años habíamos caído entre un 45 y un 50% pero es una leve recuperación, cuenta Mario Espejo, presidente de la Unión de Estanqueros, principales vendedores de este producto.
Según los datos de la Comisión para el Mercado de Tabacos -dependiente del Ministerio de Hacienda- en España y Baleares el número de cajetillas ha decrecido apenas un 1,5% en 2014, un síntoma de que el consumo, bajo, se empieza a estabilizar. En 2004 -sin la ley antitabaco- el número de cajetillas era el doble: en diez años hemos pasado de 4.663 millones a 2.339 millones.
La normativa que prohibía fumar en espacios públicos de 2011 bajó la venta en los estancos un 10%, según cuenta el presidente del gremio, un descenso que no se han vuelto a recuperar. La crisis económica y la subida de impuestos han significado un descenso aún mayor. No es que los españoles consuman menos, que también, sino que se refugian en el contrabando. La cifra de tabaco ilegal no ha parado de crecer, especialmente en Andalucía, desde 2010.
Según la Mesa del Tabaco que aglutina a los principales agentes implicados del sector- el 12,5% de los cigarrillos consumidos en España el año pasado no pagó impuestos en España. Es un incremento de 1,2 puntos con respecto a 2013 y es especialmente importante en Andalucía (un 45,6% de lo que se consume es ilegal) y Extremadura (54,1%) y significativo, sobre todo, en ciudades como Sevilla (56,5%) y Algeciras (80%).
De hecho, la situación es tan preocupante en la comunidad andaluza que se ha creado una comisión de trabajo frente al contrabando, integrada por representantes del Ayuntamiento de Sevilla, consumidores, estanqueros y Altadis. La finalidad principal de esta Comisión será la de monitorizar periódicamente la situación y plantear soluciones que contribuyan a erradicar esta práctica ilegal.
Gibraltar, y en menor medida Andorra, siguen siendo las fuentes del tabaco de contrabando pero empieza a llegar, también, de países como Ucrania o Bielorrusia, explica el presidente de la Mesa del Tabaco, Juan Páramo. El tabaco falsificado es el que más preocupa al sector por su fabricación empieza a aumentar incluso en España, donde han sido desmanteladas varias fábricas cuyo único propósito era la falsificación. Pero la gran industria, sin duda, está en el contrabando, en las mafias.
Que la gente no piense que cuando le compra la cajetilla al señor le está haciendo un favor dándole un dinero. Él es el último de una gran red que se lucra y que son multinacionales del crimen, con otras redes de negocio como prostitución o tráfico de armas, recuerda Páramo.
Desde el sector reconocen que el producto ilegal ha aumentado porque hay demanda, los españoles compran este tipo de productos. Tenemos que concienciar a la sociedad de la importancia de los impuestos, de que ese dinero sirve para pagar, por ejemplo, el subsidio de desempleo, explica el presidente de los estanqueros.
La Mesa del Tabaco quiere acabar con esta ilegalidad, no sólo por los impuestos que deja de recaudar el Estado, sino por el daño que ejerce en agricultores, productores y estanqueros. Aquel que tiene un estanco es un autónomo que también da trabajo a otras personas, es su negocio, y la ilegalidad está provocando su cierre, sentencia Juan Páramo, que recuerda que España es el cuarto país de Europa en el cultivo de tabaco.
Nuevas líneas de negocio
Desde septiembre del año pasado, los estanqueros pueden intentar suplir el descenso en cajetillas con la venta de otros productos -cualquiera- y prestando otros servicios, gracias al nuevo Real Decreto aprobado por el Gobierno en septiembre. El único requisito es presentar una declaración al Comisionado para el Mercado de Tabacos y que esa exposición y venta de productos no afecte a la conservación del tabaco. Hemos mandado un mensaje a nuestros estanqueros recordándoles que, pese esta ley, no podemos convertirnos en un bazar, que tenemos una tradición de 400 años y hay que respetarla, apunta Mario Espejo.
Pide también respeto para no competir con el resto de comercios (por ejemplo con la venta de alcohol) y reclama que se mantenga la filosofía del estanco. Por eso, algunos han levantado su voz para empezar a apostar por servicios de paquetería, ante el aumento del comercio electrónico, y el envío de dinero. Espejo lo ve con buenos ojos. El cliente recibiría el paquete en el estanco y la empresa de mensajería ahorraría vehículos y también la conocida segunda vista para localizar al cliente que aumenta los costes. En cualquier momento podemos empezar a ver estos servicios.
http://www.elconfidencial.com/sociedad/2015-05-02/consumo-tabaco-mercado-ilegal_762133/