La Guardia Civil ha desmantelado una red de contrabando de tabaco que tenía en un locutorio de Lugo su principal centro de distribución. En el marco de la Operación Minaya, desarrollada en Galicia, Canarias, Cataluña, Gibraltar y Rumanía, han sido detenidas 20 personas.
La operación se inicia tras constatar un incremento del consumo de tabaco de contrabando en la provincia de Lugo y detectar que el centro neurálgico de la distribución era un locutorio 24 horas situado en la capital lucense. El gerente del establecimiento, según informa la Guardia Civil, ejercía como director y dinamizador de esta organización dedicaba a la distribución de tabaco de contrabando, receptación de bienes de procedencia ilícita y tráfico de drogas, asentada en Lugo.
Además, el cabecilla de la banda, con el fin de ocultar su patrimonio, tenía dibujado un organigrama con unos roles que le permitía adquirir y distribuir distintos tipos de drogas, medicamentos, tabaco de contrabando y otros bienes de procedencia ilegal (joyas, televisores, maquinaria, etc) sin que pasaran por sus manos, lo que aparentemente le permitía ocultar su implicación en la red, utilizando para ello su negocio como tapadera. Los beneficios económicos obtenidos permiten expandir su entramado con la apertura de otro locutorio situado estratégicamente en una zona próxima a centros escolares, con el fin de captar una clientela juvenil.
En total, fueron detenidas 20 personas de diferentes nacionalidades (española, brasileña, dominicana y rumana) y los Agentes les han incautado 5.400 cajetillas de tabaco de diversas marcas que carecían de los precintos legales, cuyo valor en el mercado asciende a más de 22.500 euros, estimando que en el año 2014 podían haber introducido tabaco por un valor superior a los 500.000 euros.
Esta red delictiva se estructuraba en tres núcleos bien diferenciados. Uno se encargaba de la logística y gestionar la compra de tabaco de contrabando, sustancias estupefacientes, medicamentos, joyas, electrodomésticos, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, comestibles, bebidas alcohólicas y armas, procedentes todos estos artículos de robos en viviendas y hurtos en otros tiendas, para luego revender y obtener importantes beneficios económicos. El segundo núcleo estaba compuesto por delincuentes encargados de cometer estos delitos, depositando los objetos robados en una nave, aumentando sus ingresos delictivos con simulación de accidentes de tráfico con el fin de defraudar a las compañías aseguradoras. El tercer grupo se encargaba de la introducción, transporte, almacenamiento y distribución en los locales de la red, a otros proveedores y a través de la venta directa a particulares.
Su principal actividad delictiva la desarrollaban introduciendo tabaco de contrabando desde Gibraltar, almacenándolo en un piso que tenían alquilado en la Línea de la Concepción (Cádiz) y una vez que reunían una cantidad importante, la enviaban a través de empresas de paquetería. Con el material ya en su poder la almacenaban en una furgoneta que estacionaban en un polígono industrial, con el fin de que si se efectúa un registro domiciliario no se encontrara la mercancía. Se incauta también tabaco de contrabando procedente de Canarias, países del Este, Cuba, Andorra y Portugal, el cual introducían por vía aérea y terrestre.
Para la comisión de estos delitos, la organización utilizaba turismos y furgonetas de alquiler, en la mayoría de los casos un solo día y para un solo viaje.
En la investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 1 de Lugo, han participado agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo, Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia tributaria de Galicia y Cuerpo Nacional de Policía de Lugo.